tag:blogger.com,1999:blog-9099956880413691064.post6948973304722446497..comments2023-02-20T05:59:31.497-05:00Comments on Evolución y Diversidad: Nueva Especie de Ave Llanera: ¿Cuántas Más Habrá?EvoDiversidadhttp://www.blogger.com/profile/05472084456530408155noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-9099956880413691064.post-53510102269927924762009-08-06T07:41:33.716-05:002009-08-06T07:41:33.716-05:00No puedo estar más de acuerdo con el comentario an...No puedo estar más de acuerdo con el comentario anterior. Quizás usé la palabra menos inclusiva (colectados), no la precisa: <b>documentados</b> para referirme a la recolección, análisis e interpretación de información complementaria y eventualmente de fuentes independientes (ya sea de historia natural, molecular, fisiologica, ecologica, vocal, anatomica, colorimentrica, etc). Colectar es sólo una parte indispensable en ese proceso de documentar la diversidad e historia natural, pero quería ponerlo en términos del Mono. Los colectores modernos no van tras los especímenes únicamente para acumularlos en gabinetes, basta dar un vistazo rápido a la investigación que hacen los museos de historia natural hoy en dia en biología evolutiva, ecología, conservación y otras áreas - lo que ignoran muchos es que detrás de ese trabajo hay horas y horas de juiciosas observaciones de historia natural en campo.Andres Cuervohttps://www.blogger.com/profile/09832140769845131785noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-9099956880413691064.post-14296164160564576182009-08-06T00:58:03.020-05:002009-08-06T00:58:03.020-05:00Yo estaría mas inclinado a pensar que lo que realm...Yo estaría mas inclinado a pensar que lo que realmente se necesita a parte de colectar especimenes, es dedicar mucho mas tiempo en campo observando y grabando aves en zonas pobremente estudiadas. Especialmente cuando la información que proveen las tradicionales pieles, esqueletos y huevos por si solos no son evidencia suficiente (en la mayoría de los casos – y con sus excepciones) para describir propiamente una especie en estos tiempos. Y más aun si se trata de suboscines (paseriformes con canto innato) donde hay tanta diversidad críptica como relata Andrés. Yo claramente no estoy en contra de colectar aves, lo he hecho muchas veces, y uso las pieles todo el tiempo, sin embargo en muchos de los artículos recientes sobre descripciones de especies nuevas (incluyendo a Scytalopus stilesi), las vocalizaciones, observaciones + ADN han tenido un peso enorme sobre las pieles por si solas. Como parte de la normatividad y de la tradición las pieles son necesarias – pero cada día pienso mas en cuantas pieles de aves sin describir habrán en gabinetes de museos, mal identificadas en base al plumaje o medidas corporales, esperando a que alguien las rescate y las incluya en una descripción que se basó principalmente en otro tipo de evidencia. El mismo Ted Parker, que pasaba casi 6 meses al año en el campo, revolucionó (como menciona Daniel) la ornitología Neotropical al dedicar mucho de ese tiempo observando y grabando únicamente. <br /><br />Después de participar en el proyecto de Natalie & Joe Tobias sobre el rol de la ecología y el comportamiento en la especiación de Hypocnemis peruviana & Hypocnemis subflava (antes los llamaban Hypocnemis cantator a estas dos y otras mas) empecé a reflexionar seriamente en como bandos diferentes de ornitólogos (los que observan y los que pasan sin observar en detalle) pueden asignar un nombre a una especie en base a sus métodos. Los dos Hypocnemis por ejemplo son muy similares, y su canto también, pero si uno se detiene a observar con detalle su vida por algún tiempo (yo lo hice durante 8 meses) se da cuenta de que las llamadas, el hábitat, el comportamiento al buscar alimento, son increíblemente diferentes en un área reducida donde ambas especies viven juntas. Sin una expedición pasara, únicamente colectando, e incluso grabando por poco tiempo, temo que difícilmente notaría las diferencias, incluso (me atrevería a decir en este caso) examinando y comparando series de pieles, y medidas únicamente.<br /><br />Como en el caso de la nueva especie de Synallaxis, sin las observaciones detalladas y los cantos, seguramente sería un piscuis raro, un sp. Es claro que la biología comparada esta parada en objetos e información propia de colecciones y museos, y que históricamente prevalece una tradición fuerte a colectar cierto tipo de datos. Pero, cual será el futuro de las descripciones científicas en base a técnicas tradicionales como pieles de gabinete? Otras ramas al interior de la biología han avanzado mucho en poco tiempo, por eso me inquieta qué otros métodos podrían ser usados (a parte de los tradicionales), para escudriñar y documentar la diversidad, en este caso de aves. Creo que es un reto enorme.Paulohttps://www.blogger.com/profile/01363788021596429076noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-9099956880413691064.post-69800536248567031032009-08-05T19:14:50.135-05:002009-08-05T19:14:50.135-05:00¡Quién sabe cuantas más! - pero lo que sí es muy p...¡Quién sabe cuantas más! - pero lo que sí es muy probable es que esos hábitats poco estudiados revelen nuevas especies cuando sean colectados propiamente. Hago eco del Mono Hernández quien no se cansaba de decirlo. <br /><br />De hecho, hay por lo menos otra especie de ave asociada a la vegetación de los ríos de la cuenca amazónica (i.e. en várzea) que aún no está descrita y para la cual hay buena evidencia de su presencia en Colombia. Ese caso es fascinante porque, primero, muestra que aún en un grupo de aves con capacidad de dispersión grande, como son las mirlas –grupo cosmopolita y las especies por lo general son ampliamente distribuidas– existe el potencial de especialización, y segundo, porque es un caso típico de diversidad críptica pues coexiste con otras dos especies relacionadas, a una de ellas se asemeja en fenotipo y a la otra en canto. Sin embargo, no sólo es lo complejo de una situación como esta, sino la carencia de exploraciones modernas a gran escala que cubran los diferentes microhabitas de regiones enteras lo que limita o, mejor, atrasa nuestro conocimiento de la biodiversidad a un punto en que puede ser ya tarde. Hace apenas cuatro años ornitólogos de la Colección Ornitológica Phelps, Caracas, encontraron otra ave (<i>Amaurospiza carrizalensis</i>) especialista de parches de bambú en una isla del Orinoco que fue posteriormente arrasada por una megaconstrucción. Aunque <i>A. carrizalensis</i> sigue siendo encontrada en parches de bambú en zonas aledañas, esto ejemplifica lo frágil que son las poblaciones de estos organismos especialistas a un hábitat restringido (¡como los parches de bambú de una isla riverina!) y lo cercano que pueden estar a la extinción sin que nos demos cuenta.Andres Cuervohttps://www.blogger.com/profile/09832140769845131785noreply@blogger.com